Si siempre ha de resultar un gusto hacer camino, mucho más si se hace de
Marta ,sirviendo de anfitriona. Mucho mejor cuando ello se hace con viajeros “entreveraos”
que, como yo, vieron sus primeras luces en tierras valencianas.
Feliz de compartirlo con quienes de alguna
forma hoy comparto igualmente paisanaje manchego pues en esta bendita tierra
que Mancha es sin a nadie manchar, ejerce como trashumante pastor-en este caso
de almas-José Javier Muñoz Pérez.
Humano pastor divino en Las Pedroñeras, capital mundial del ajo…y no de cualquiera ¡del mejor! fue su voluntad visitar a La Pastora de La Mancha, esa Virgen de Rus hermosa a la que, tras echarle una salve y conocer ermita, chozo y majada, se despidió ¡voto a Rus que hasta no muy tarde ¡
Y, como Clemente Pérez, de Rus
hizo camino a San Clemente para allí, entre amigos sentirse.
Cierto es que San Clemente no se
pasea en una hora. Cierto igualmente que no es la fecha más idónea la del
mediodía estival pero no menos cierto que siempre hallará el viajero en San
Clemente lugares donde resguardarse de temperaturas extremas compartiendo
aquello que San Clemente derrocha, mal que pese a quien cree aún que el tocino
es de oveja, por seguir hablando en pecuarios términos.
San Clemente, antaño capital de
La Mancha Alta o Montearagón rezuma CULTURA.Y no sólo ni principalmente por su
paisaje urbano, por cierto no siempre respetado y así en casos vergonzosamente conservado.
Afortunadamente, no es el caso de
la popularmente llamada Torrevieja,de cuya historia al día de hoy poco se sabe,
pese a ser icono sanclementino como lo es su renacentista ayuntamiento.
Torre que pudo ser concebida como
vigía de piedra in illo témpore y que,con el devenir de los tiempos, fue
adaptándose a usos y costumbres hasta la
segunda mitad del siglo XX . Ubicada en un hábitat rural y lógicamente
agrario,era entonces parte de familiar explotación de labranza sirviendo como
almacén de aperos,amén de palomar. Corrales adyacentes conformaban parte de un
espacio que se continuaba con cuadras, bodega y más corrales en solariega casa
de la cercana calle Boteros.
Así,hasta que,afortunadamente, fue
un alcalde que mucho hizo por la cultura sanclementina pese a no ser
sanclementino de origen-por otro lado,hecho muy habitual entre los regidores de
esta villa-quien consiguió que la Torrevieja pasara de manos privadas a
públicas, convirtiéndose en propiedad municipal.
Muchos fueron los proyectos y
pocas las realidades hasta que en los últimos años de la década de los 90, de
nuevo la iniciativa de otro edil se puso de manifiesto,adquiriendo el
Ayuntamiento de San Clemente el corral adyacente a la torre en su parte trasera. Corral
,por cierto,objeto de pueblerinos dimes
y diretes puesto que,vecino de blasonada casa-palacio,sus propietarios-siempre
según ciertas lenguas locales-no estimaban digno el esforzarse en mejorar su
aspecto externo cuando era fachada que se enfrentaba a un corral de aquella
otra familia cuyo nombre hoy creo no
recordar.
Hoy, el corral se ha tornado en explanada
llena de encanto y la casa-palacio luce por fuera como siempre lució por dentro.
Hoy, la Torrevieja es museo etnográfico
de indudable encanto con museísticos reconocimientos
incluso a nivel europeo.Así, en 2000 fue seleccionado para los Premios Emya.Por
cierto, no creo fuera casualidad la complicidad-aún hoy silenciada por ella
misma-de cierta sanclementina de corazón cuya coincidencia con el apellido de
los anteriores propietarios no es fruto de arbitraria coincidencia ¡ Voto a Rus
que no de yo un ardite de casualidad que no fue sino férrea voluntad ¡
Hoy, la Torrevieja es museo etnográfico
de indudable encanto con museísticos reconocimientos
incluso a nivel europeo. Así, en 2000 fue seleccionado para los Premios Emya.Por
cierto, no creo fuera casualidad la complicidad-aún hoy silenciada por ella
misma-de cierta sanclementina de corazón cuya coincidencia con el apellido de
los anteriores propietarios no es fruto de arbitraria coincidencia ¡ Voto a Rus
que no de yo un ardite de casualidad que no fue sino férrea voluntad ¡
Hoy,la Torrevieja es museo que
invito a visitar. Teresa, su guardiana, nos espera ¡gracias,paisana ¡ Siempre
con una sonrisa. Siempre con actitud noble,leal y fidelísima al legado cultural
sanclementino del que ella,como el resto de la población, son corresponsables
como afortunados usufructuarios.
Hoy,la Torrevieja de San Clemente
nos espera con sus puertas abiertas. Como ayer lo estuvo para mis amigos y
parientes. Como mañana lo seguirá estando para quienes, como yo, crean que la Cultura
es instrumento que nos iguala y fuente de Desarrollo Rural.
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